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Hierba, tierra, superficie 560 m2, Llega y Pon, muestra colateral al 3er Salon de Arte Cubano Contemporáneo, Instituto Superior de Arte (ISA), La Habana, 2001.
Cada fragmento de mapa dibujado es un destino de viaje: viajes imposibles. El fragmento del mapa inicial no es el lugar propiamente dicho, el mapa dibujado sobre la tierra no lo es tampoco, y el lugar escogido para su realización mucho menos. La acción de dibujar cada letra y símbolo del mapa quitando la hierba se convierte en una metáfora de la representación, que no es otra cosa que una fabricación, una ficción.
Cada destino se presenta como sustitución (al modo de la representación) de una “experiencia de exterioridad” (del hecho de estar en otro lugar); pero también como la proyección de un deseo. La falacia de la función sustitutiva del mapa dibujado sobre la tierra se convierte así en el contenido fundamental de la obra. La ilusión sólo dura hasta que la hierba crece.